Embriaguez del aroma a canela, vainilla o miel.
Olvidos en el papel y recuerdos en la piel
sensibilidad que eriza
Hay que jugarse todas las cartas
aunque no haya ninguna
o todas sean ninguna.
Y las palabras ya no se entienden
y los cuerpos ya no se llaman.
Y lo fugaz parece no haber sucedido nunca.
Revueltas en las sábanas y un libro sin terminar
Fuego que se consume con un proceso mágico de alquimia.
Combustión precisa.
Única, total, devastadora.
Shhhh
Silencios.
Murmullos
tumultos
Tus manos rozan mi piel
y la mejor caricia,
la inesperada
sin preaviso ni explicación.
No quiero tus silencios
ni tus miedos a flor de piel
ni tus confesiones de media noche
Cobardías.
Tuyas y mías.
Lo primero fue marchar
y lo último también.
Que lo grande ya no sorprende
Y los detalles que conmueven
ya no se encuentran sobre el terraplén.
Pero el deseo engaña
y el vértigo te encanta
Y te siento igual de acá que antes
etéreo
incorruptible
resistente
rebelde
imaginario
perfecto
como un extraño.
Y no queda nada en el papel
ni en la piel.