lunes, 23 de noviembre de 2009

Y un día dejó de huir...
Tomá tus cosas y andate vos.
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Mañana ya no me voy.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

No escribo poemas y sin embargo acá estoy...
Un día voy y al otro me voy, ya ni sé pero a veces hay que jugar.

I
No te enamores de mí, ni de mis silencios
no prestes atención a mis sonrisas
ni a mis trucos.
No queda ninguna sensualidad escondida
ni ningún hechizo por hacer.
Con mi sencillez vestida de algodón
No te pido más de lo que podés dar
Ay!, por favor
no me pidas más de lo que soy!

II
Brujos son sus fonemas

y sus ansías de revolución,
su ausencia de lujo,
su plenitud guerrillera.
Hechizan,

por un instante,
como flautista mágico
o quizá, simplemente,
como él mismo.
Tan sólo él ante mí
Cuánta belleza!
y yo, que sólo me animo a mirar
desde lejos,
lo que no puedo tocar.

III
Pasitos miedosos
desnudez escondida
No podés enamorarte de mí
no me atrevo a enamorarme de vos
y ya nos ves
aquí los dos
desoyendo al tiempo
y al destino.
Jugando con fuego.
Fingiendo ser mucho más que dos.
Hasta aqui.
Hasta hoy.
- Y mañana? - me dirán.
- Pues, mañana ya no sé.-

sábado, 7 de noviembre de 2009

Mundos por revelarse (o rebelarse!)

Niños irritantes

19 de agosto de 1967
Brasilia.

No puedo. No puedo pensar la escena que visualicé y que es real. El hijo está de noche dolorido por el hambre y le dice a su madre: tengo hambre, mamá. Ella le responde con dulzura: duerme. Él insiste. Ella grita dolorida: ¡duerme, niño molesto!. Los dos se quedan en silencio en la oscuridad, inmóviles. ¿Estará dormido? -piensa ella despierta. Y él está demasiado amedrentado para quejarse. En la negra noche los dos están despiertos. Hasta que, por dolor y cansancio, ambos dormitan, en el nido de la resignación. Y yo no soporto la resignación. Ay, cómo devoro con hambre el placer de la revuelta.
Clarice Lispector.
Revelación de un mundo
Ed. AH

Dolor.
Dolor y resignación.
Acaso debieran ser dos conceptos opuestos.
Silencios y angustias.
Sólo la revuelta puede dar una nota.
Dignidad que se rebela
y su sonido,
como onda expansiva,
demolerá el dolor y la resignación.
Necesariamente hay otro mundo que construir...